Me las se de todas, todas

Me las se de todas, todas


Hola hermosa, estos días he estado reflexionando en mi corazón. Ese corazón que hace años se sentía orgulloso de ser poco influenciado y se jactaba que nadie lo convencía de cambiar algo ¿Te ha pasado? ¿Tienes un corazón orgulloso de que nadie te convence tan fácilmente?

Tengo que confesarte con mucha vergüenza lo siguiente: sentía que lo sabía todo, y que al ser ingeniero tenía una carrera superior a todas. No obstante, al aceptar a Jesús como mi salvador y pedir que gobernara y transformara mi vida, Él empezó a actuar. Hay un verso que dice «el orgullo va delante de la destrucción, y la arrogancia antes de la caída» Proverbios 16:18 (NTV). Y así fue, mi caída fue muy grande.

Un corazón enseñable

Al cabo de los años (22 años), Dios se ha encargado de transformar mi vida en un giro extraordinario, me ha enseñado algunas veces con muchísimo dolor y otras de una manera muy sutil, sin embargo siempre con infinito amor. Sé que Él también puede hacer esto contigo. Puede enseñarte muchas cosas para tu bienestar, bendición y siempre para mostrar quién es Él y demos gloria a Él únicamente. No a una misma.

Ahora te quiero compartir tres formas por las cuales Dios puede transformarte pero antes de eso, necesito decirte, que un requisito fundamental para la transformación es que tengas un corazón enseñable ¿Estas dispuesta a enfrentar el reto? Si es así, sigamos.

Dios te transforma por medio de:

  1. Su Palabra. Dios nos dice que su Palabra (la Biblia) es útil para enseñar lo que es verdad y hacernos ver lo que está mal en nuestra vida. Nos corrige cuando estamos en un error y nos enseña a hacer lo correcto (2 Timoteo 3:16). Por supuesto, que para que nos enseñe, hay que leerla, meditarla y guardarla en nuestro corazón y mente.
  1. Las circunstancias. Las experiencias difíciles, por más oscuro que luzca el panorama, también nos enseñan, pues sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, las que han sido llamadas de acuerdo con su propósito (Romanos 8:28). Esto nos incluye a ti —si ya tienes a Cristo en tu corazón— y a mi.
  1. Otras mujeres. Dios les da un mandato muy especial a las mujeres maduras, y es que enseñen lo bueno a las jóvenes, a ser sensatas, puras, y bondadosas. A amar a sus esposos y a sus hijos, cuidadosas del hogar, y sumisas a sus esposos, para que no se hable mal de la palabra de Dios (Tito 2:3-5). Siempre habrá una mujer más madura y menos madura que tú y que yo.

Parece que tenemos muchas opciones de dónde aprender ¿No crees? Ahora bien, para aprender hay que estar dispuesto a querer hacerlo. Si leemos la Palabra de Dios sólo por seguir un programa, si creemos que somos víctimas en esta vida o si menospreciamos las enseñanzas de una mujer madura, seguramente no estoy dispuesta a aprender. No tengo un corazón humilde para ser moldeado.

Te invito, a que te humilles a Dios, te rindas a Él, créeme que es más fácil descansar en sus brazos, a creer que eres Wonder Woman. Él te recibirá siempre con sus lazos de amor y te guiará hacia el camino correcto ¿Quieres hacerlo? No te detengas ¡Sólo hazlo!

Con cariño, Gaby Ramírez

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