No me gusta la disciplina

No me gusta la disciplina

Hace unas semanas estuve tomando un curso en línea. Este curso fue llamado Preparación Psicológica del Deportista. Me llamó la atención que había dos pilares principales para dicha preparación: Disciplina y Perseverancia.

Aunque durante toda mi vida de estudiante, desde la pubertad hasta terminar la universidad practiqué deporte y representé a mis escuelas. No siempre llevaba a cabo en todas las áreas de mi vida lo que el deporte me enseñaba en la cancha. De hecho, me limitaba a hacer sólo lo que se me facilitaba o me gustaba ¿Te ha pasado?

La definición que dio mi mentor del curso me gustó mucho: «Disciplina es hacer lo que tienes que hacer, aunque no quieras hacerlo». Leyendo hace poco un libro de John C. Maxwell, me topé con otra definición que también me gustó: «Disciplina es la decisión de lograr lo que realmente se quiere, haciendo las cosas que usted en realidad no quiere hacer».

Al meditar en estas cosas, recordé que varias veces la Biblia hace una metáfora de nuestra vida cristiana como la carrera de un atleta. También en más de una ocasión nos dice: esfuérzate, se valiente, no tengas miedo ni te desanimes (Josué 1:9). Esto nos indica que nuestra vida no será fácil, a veces tendremos cansancio o desánimo; otras veces no querremos hacer la cosas. Incluso, algunas otras veces requerirá más esfuerzo del que estamos haciendo ¿Pero sabes qué es lo más hermoso de esto? Que después de decirnos que nos esforcemos, nos recuerda que no estaremos solas, sino que Él estará con nosotras a donde quiera que vayamos.

Las ideas que nos comparten en las redes, dicen: trabaja menos, gana más; trabaja desde casa a la hora que quieras; dirige tu negocio desde la comodidad de tus vacaciones. Y si bien es cierto, que muchas profesiones u oficios, se pueden desarrollar de esta manea. Dios me ha enseñado en mi vida y en su Palabra que todo requiere esfuerzo y disciplina (incluso el ser madre).

En una de las definiciones que te compartí dice: lograr lo que realmente se quiere. Yo te pregunto hoy ¿Qué es lo que realmente quieres? ¿Quieres terminar la preparatoria o la universidad? ¿Quieres lograr el propósito de Dios en tu vida? Entonces esfuérzate y practica la disciplina.

Al presente ninguna disciplina parece ser causa de gozo, sino de tristeza; sin embargo, a los que han sido ejercitados por medio de ella, les da después fruto apacible de justicia. Hebreos 12:11 (LBLA)

El capítulo 12 de Hebreos, del verso 1 al 11 habla de la disciplina, y hace alusión a que corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, siempre poniendo la mira en Jesús. Tal como el corredor a la línea de meta, el futbolista a la portería o el basquetbolista a la canasta. Será muy difícil (yo creo que imposible) que podamos conseguir el objetivo —dar fruto— sin ejercitar la disciplina. Pero algo que siempre me conmueve cada vez que leo su Palabra y me reta a esforzarme, es que Dios me dice: YO ESTARÉ CONTIGO.

Hermosa, te invito a rendirte a Dios en todas las áreas de tu vida, esfuérzate siempre con los ojos puestos sólo en Jesús (pues algunas personas te defraudarán) y a creer que Dios siempre estará contigo a donde quiera que vayas.

Con cariño, Gaby Ramírez

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