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Hola hermosa ¿Te has sentido desanimada, deprimida, confundida o culpable? Yo creo que sí, pues todas nosotras nos hemos sentido de esa manera en algún momento de nuestra vida. Sin embargo ¿Qué provoca estos sentimientos? ¿Qué podemos hacer cuando nos sentimos así?

Antes de contestar esas dos preguntas quiero decirte que todo esto no es nuevo. Dios en su Palabra nos muestra numerosas historias dónde hombres y mujeres se han sentido así.

Sembrador de mentira

Lo que provoca estos sentimiento son pensamientos falsos en nuestra mente, pensamientos que no son verdad, que son incluso contrarios a lo que dice Dios en su Palabra.

Estos pensamientos vienen de alguien que se es llamado el padre de mentira (Juan 8:44). Que se ha encargado de tentar por medio del engaño a los humanos una y otra vez. Desde él Génesis con Eva, hasta el mismo Señor Jesucristo (Mateo 4:1).

Ahora bien, no fue Adán el engañado por Satanás; la mujer fue la engañada y la consecuencia fue el pecado. 1 Timoteo 2:14 (NTV)

Eva fue engañada por Satanás (el engañador) y eso la llevó al pecado o transgresión, que a su vez la llevó a tener consecuencias por su desobediencia y la de su esposo. No obstante, quien fue engañada, fue ella y quien decidió creer la mentira, fue ella.

Así nosotras constantemente creemos mentiras en nuestra mente que son sembradas por el mismo engañador, y que van en contra del carácter de Dios.

Entonces, contestando la primer pregunta diríamos que el que siembra las mentiras en nuestra mente es el padre de mentira, pero las que decidimos considerarlas y creerlas somos nosotras. Esto nos lleva a tener los sentimientos que te mencioné al principio.

Nos sentimos desanimadas porque las cosas no salen como nosotras queremos. Deprimidas porque el chico que nos gusta no nos hace caso. Confundidas porque estamos haciendo las cosas «perfectamente» y aún así hay oposición. O culpables si no nos quieren.

Desyerba la mentira

Hay algunas cosas prácticas y simples que podemos hacer para arrancar esas mentiras de nuestra mente, pero hay sólo una que te dará la victoria. Esta es atesorar su Palabra en tu corazón, no sólo decir que la crees, sino creerla realmente. Y dejar que el Espíritu Santo haga su trabajo.

Será difícil saber la verdad sin leer la verdad, creer en la verdad y atesorarla en tu corazón.

En cuanto llegue un pensamiento de engaño, deséchalo, ni siquiera lo escuches. Enfócate en la verdad que Dios dice en su Palabra (la Biblia) respecto a eso. Tal como lo hizo Jesús cuando fue tentado (Mateo 4:3-11).

No abandones nunca el amor y la verdad; llévalos contigo como un collar. Grábatelos en la mente. Proverbios 3:3 (DHH94I)

A diferencia de los humanos Jesús fue tentado por medio del engaño pero nunca pecó. Él es el único perfecto y vino a llevar todas nuestras transgresiones en sí mismo, porque sabía que nosotras somos imperfectas. Todo lo hizo sólo por su infinito y eterno amor (Juan 3:16).

Será muy difícil que puedas desechar la mentira o incluso darte cuenta que son mentiras si no te aferras a la Palabra de Dios, no sólo la conozcas, sino que la vivas. Te invito a confiar en Jesús, disfrutar del perdón por medio de el que nunca pecó. Y que guardes en tu corazón la verdad que Dios te dice en su Palabra las 24 horas del día, los 7 días de la semana, los 365 días del año.

Con cariño, Gaby Ramírez

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