¿Qué hago si me gusta?

¿Qué hago si me gusta?


Estamos en un mundo donde nos dicen: ¡Autocomplácete! ¡Ve tras lo que te gusta! ¡No lo pienses dos veces! ¡Si te gusta, tómalo! A mi me gustaría saber ¿Qué piensas tú? ¿Crees que es así? ¿Crees que debemos ir por lo que nos complace siempre?

Hace algunos años atrás yo hacía exactamente eso, iba por lo que me gustaba y quería; no lo pensaba dos veces. Esto me trajo muchos problemas en mi vida. Sin embargo también me llevó a rendirme a Dios, aunque de una manera muy dolorosa.

Te mentiría si te digo que después de rendir mi vida a Jesús nunca he tomado malas decisiones, pues aun y después de conocer a Dios por medio de su Palabra, lo he hecho, he mezclado las ideas del mundo con la sabiduría de Dios y te notifico lo siguiente: ¡NO FUNCIONA!

No obstante ¿Qué podemos hacer para no confundirnos cuando algo nos gusta, y no sabemos si debemos de ir tras eso que nos atrae como un imán? Te comparto tres cosas que pueden ayudarnos a poder escoger el mejor camino para nuestras vidas:

  1. Arráigate en la Palabra de Dios. Él nos enseña lo que es verdad por medio de su Palabra, con el fin de hacernos ver lo que está mal en nuestra vida. Aún nos corrige cuando estamos equivocados y nos enseña a hacer lo correcto (2 Timoteo 3:16). Es increíble cómo en la Biblia podemos encontrar consejo para todo, ya sea: escoger una carrera, un noviazgo, finanzas, los negocios, la crianza, en fin, hay muchísimos consejos divinos en ella. Sin embargo, para saber qué hacer, hay que leerla, atesorarla, meditarla y memorizarla. Eso nos ayudará a tomar decisiones más acertadas en nuestra vida.


  2. Busca consejo de sabiduría. No hay mayor demostración de humildad que el pedir consejo. En uno de mis escritos anteriores, te platiqué que no es muy buena idea decir Me las se de todas, todas. Anímate a pedir consejo a alguien más madura que tú. No te recomiendo que lo pidas a tus amigas de tu misma edad, pues recuerda lo que te conté que le pasó al rey Roboam. La Palabra de Dios dice que: «Los planes fracasan por falta de consejo; muchos consejeros traen éxito» Proverbios 15:22 (NTV).


  3. Espera en Dios, se paciente. En la Palabra de Dios dice que cada vez que el rey David era atacado o agredido por sus enemigos, el oraba y esperaba en Él. No dice que reclamaba o se levantaba inmediatamente en armas, como tal vez tú y yo lo haríamos (si tienes un temperamento colérico como el mío). Dice que esperaba pacientemente. David dice en uno de sus salmos: «Con paciencia esperé que el Señor me ayudará, y él se fijó en mí y oyó mi clamor» Salmos 40:1 (NTV).

No todo me conviene

Por último te comparto un verso que me gusta mucho y que se lo repito a mis hijos cada vez que hay libertad para escoger:

«Todo está permitido», pero no todo es provechoso. «Todo está permitido», pero no todo es constructivo. 1 Corintios 10:23 (NVI)

Dios no nos obliga a hacer las cosas, tenemos libertad de escoger, pero no todo es provechoso ni constructivo. Busca a Dios atesorando su Palabra, para que puedas escoger sabiamente cuando algo o alguien te atrae con fuerza.

Con cariño, Gaby Ramírez

Comentarios

Entradas populares de este blog

Cuando señalas con un dedo…

¿Por qué no soy suficiente?